Cuando las cosas te van mal en una empresa, ya sea porque no te valoran lo suficiente, porque crees que un jefe te ha cogido ojeriza o simplemente porque sabes que no encajas en la organización, una buena opción es montártelo por tu cuenta.
Eso es exactamente lo que acaba de anunciar José Luis Ábalos en una de las ruedas de prensa más esperadas de los últimos tiempos. No todos los días se larga al Grupo Mixto un diputado del partido en el Gobierno que fue ministro, secretario de Organización de su partido y antiguo susurrador del plenipotenciario líder socialista, Pedro Sánchez.
Bueno, en realidad, la jugada de Ábalos es una reacción furibunda que ataca frontalmente a su partido, al que ha acusado de dejarlo solo ante el peligro de los malvados partidos de la derecha que, según el propio Ábalos, han montado un akelarre esta última semana para matarlo políticamente hablando.
Y, claro, no le ha quedado más remedio que defenderse. Y, ya metidos en faena, nada mejor para preservar tu imagen que montar una buena estrategia de ataque pagada por el bolsillo de todos los españoles. Porque utilizar la tribuna pública del Congreso de los Diputados para defender tu honorabilidad y tu presunción de inocencia es eso, José Luis. No te equivoques.
El discurso de Ábalos ha sido algo confuso, con tintes de una sentimentalidad impostada y muy medida para intentar hacerse pasar por la víctima de un caso de corrupción que, por cierto, no hubiera sucedido si él no hubiera elegido al ahora archiconocido Koldo como uno de sus hombres de confianza en el Ministerio de Transportes.
Sin ningún de tapujos a la hora de crear un relato cuasi increíble de creer, Ábalos calificó lo que le está pasando como un “sacrificio público”, una “cancelación civil” y una “estigmatización política y personal” que el político valenciano afirma no asumir al no dejar su escaño y pasar al Grupo Mixto, donde podrá congeniar con otros caídos en desgracia, como Ione Belarra y lo poco que queda de Podemos en el Congreso de los Diputados.
Justificar lo injustificable
A pesar de que eran muy esperadas, muchas de las frases de Ábalos eran tan solo un brindis al sol para justificar lo injustificable. Pero, entre medias, se le han caído algunas afirmaciones que estoy convencido que han generado el efecto esperado. Me refiero al ‘recadito’ a la dirección del PSOE, cuando ha retado a “quienes ahora quieren echarme a la calle por la puerta de atrás tengan que mirarme a mí y a muchos compañeros de partido que me animan a seguir adelante”.
Por si a alguien no le había quedado claro cuál va a ser la estrategia de José Luis Ábalos a partir de este momento, les dejo estas frases que posiblemente ya formen parte de las pesadillas de algún que otro dirigente socialista: “Tengo que defenderme a todos los niveles. Siento que me enfrento a todo. No tengo a nadie detrás ni al lado. Me enfrento a todo el poder político, de una parte y de otra. Y lo tengo que hacer solo”.
Ánimo, José Luis. La vida del autónomo es complicada pero, a veces, te da alegrías.
