“En un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad, ¿cómo puede crear valor tu empresa? Si hiciéramos esta pregunta a una sala llena de CEOs, es probable que recibamos respuestas muy distintas, que hablarán sobre los objetivos de cero emisiones netas y los caminos hacia la descarbonización, de los esfuerzos para diseñar productos y servicios ecológicos o de los proyectos de economía circular”. Este análisis forma parte de un artículo publicado por Ideas, la revista de PwC, que voy a resumirte para contarte varias claves para reinventar la creación de valor en tu empresa.
El post destaca que “sólo unos pocos CEOs serán lo suficientemente atrevidos y ambiciosos para proponer un cambio estratégico radical que alinee sus negocios, sus capacidades y sus productos o servicios con las oportunidades de la sostenibilidad. O que se planteen hacer un giro estratégico contundente para evitar los graves riesgos que se derivan de problemas medioambientales y sociales como el cambio climático y la desigualdad económica”.
Sin embargo, “dentro de poco tiempo, empezaremos a ver cómo cada vez un número mayor de CEOs decide abordar las implicaciones estratégicas y financieras de la sostenibilidad, en parte como consecuencia de los nuevos estándares de reporting en sostenibilidad aprobados por la Unión Europea, la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. y el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad”.
¿Qué es la Directiva CSRD?
El post incide en una de estas normativas, concretamente la Directiva de la UE sobre Reporting Corporativo en Sostenibilidad y que se conoce como la Directiva CSRD, por sus siglas en inglés. Esta regulación, publicada en diciembre de 2022, afecta a las más de 50.000 empresas que cotizan en bolsa en la UE, a las que exige que, a partir del ejercicio fiscal de 2024, en algunos casos, informen sobre lo que hacen en materia de sostenibilidad y sobre sus resultados más que cualquier otra norma aprobada hasta la fecha.
El artículo resalta que “los directivos deben esperar que, cada vez más, se les evalúe y se les retribuya en función de los resultados de su empresa en materia de sostenibilidad. También tendrán una gran repercusión en los mercados de capitales. Con la CSRD, los informes proporcionarán a los inversores datos más consistentes y comparables. Es de esperar que muchos los utilicen para valorar a las empresas, premiando a aquellas que articulen una narrativa convincente sobre cómo van a competir en un mercado marcado por la sostenibilidad”.
A continuación, el artículo plantea una serie de claves para reinventar la creación de valor en tu empresa que paso a resumirte:
Integrar la sostenibilidad en la estrategia corporativa
“El cambio más importante que se va a producir como consecuencia de la CSRD será la forma en la que los directivos relacionan su estrategia empresarial con la agenda de sostenibilidad. Aunque algunos ya integran los temas medioambientales, sociales y de gobierno en sus planteamientos estratégicos, esta práctica aún no se ha generalizado. Como consecuencia, los esfuerzos de una empresa para vincular la sostenibilidad a la creación de valor pueden diferir mucho de una compañía a otra”.
“La CRSD debería ser la palanca que dé la vuelta a la situación y que impulse la transparencia. Según la directiva, la dirección de cada compañía debe comunicar cómo ha evaluado las oportunidades de negocio y los riesgos relacionados con la sostenibilidad -incluido el impacto de las empresas en el medio ambiente y en la sociedad-, así como los posibles efectos en los resultados económicos. También deben demostrar que su estrategia global tiene en cuenta los criterios sostenibles y sus posibles repercusiones financieras, así como la forma en la que esperan mejorar sus resultados en materia de sostenibilidad”.
¿Qué impacto tiene tu negocio en el mundo?
“A la hora de definir una estrategia, la CSRD contempla otra cuestión importante en todo lo respectivo a la creación de valor. Exige que los directivos comprendan y gestionen cualquier impacto significativo que su empresa tenga en el medio ambiente y en la sociedad. En la actualidad, los directivos suelen analizar los temas de sostenibilidad desde el punto de vista del posible impacto financiero en la empresa. O lo que es lo mismo, tienen una visión de su materialidad desde fuera. Sin embargo, los riesgos climáticos físicos, como las inundaciones y los incendios forestales, pueden dañar los activos de la compañía e interrumpir sus operaciones”.
“La CSRD obliga a la dirección a mirar ‘de dentro a fuera’, examinando las posibles repercusiones medioambientales y sociales, y ocupándose de las más significativas. Esta perspectiva bidireccional sobre qué temas importan se conoce como “doble materialidad“, e implicará una evolución en el modo de actuar de los directivos”.
Por tanto, “la CSRD puede ayudar a los directivos a priorizar su impacto medioambiental, ya que establece métodos claros para hacerlo. La normativa también obliga a tener en cuenta más factores externos de los habituales como, por ejemplo, los derivados de la producción y el uso de micro plásticos. Solo en el capítulo social de la directiva, tres de los cuatro puntos se refieren a repercusiones externas”.
Mejorar la toma de decisiones relevantes
“Una vez que los ejecutivos hayan actualizado sus estrategias de negocio tomando en consideración los factores de sostenibilidad y creación de valor-incluidos los efectos tanto internos como externos-, querrán integrar estas nuevas prioridades en sus procesos de decisión sobre inversiones, el diseño de sus carteras, el posicionamiento en el mercado y otras cuestiones estratégicas”.
“La forma de tomar decisiones de negocio basadas en prioridades no financieras no es algo novedoso. Muchos ejecutivos de distintos sectores se centran en indicadores de rendimiento que no se pueden medir en términos económicos, como la retención de talento o la fidelización de los clientes, porque saben que una mejor evolución de estos aspectos puede dar lugar a mejores resultados financieros”.
“La CSRD consolida esta filosofía en relación con la sostenibilidad. Exige que los ejecutivos expliquen si sus empresas están gestionando estos criterios y cómo lo están haciendo, y por qué han tomado medidas concretas. Para ello, la alta dirección necesita métodos creíbles para distribuir recursos entre los distintos proyectos, inversiones o unidades de negocio que presentan diferentes características financieras y de sostenibilidad. Sin embargo, estos factores tienden a medirse con parámetros propios, y los de sostenibilidad pueden no estar directamente relacionados con objetivos económicos como el aumento de los ingresos”.
Información fiable y creíble sobre sostenibilidad
Por último, desde PwC plantean que “para que las decisiones de las empresas tengan en cuenta los factores de sostenibilidad, los ejecutivos y los consejos de administración deben poder acceder a datos exhaustivos y confiar en ellos tanto como en los datos financieros. Sin embargo, todavía existe mucho escepticismo al respecto: el 87% de los inversores cree que los informes que presentan las compañías tienen cierto grado de greenwashing”.
Por tanto, “existen razones para pensar que la información y los informes de sostenibilidad van a mejorar. Incluso antes de la llegada de la CSRD, cada vez más países ya habían establecido o ampliado las exigencias para la elaboración de dichos informes, que incluye incluso la revisión por parte de un tercero independiente. La CSRD sube el listón de estas exigencias”.
En resumen, “las compañías sujetas a la directiva deberán garantizar la fiabilidad de sus informes de sostenibilidad a través de una entidad externa, inicialmente al nivel de una revisión limitada y, con el tiempo, a un nivel de aseguramiento razonable, que es un nivel de aseguramiento similar al que se aplica en los estados financieros. La mejora de la credibilidad debería ayudar a los directivos, consejos de administración e inversores a tener debates más relevantes y tomar decisiones con más confianza”.
¿Quieres entender mejor la realidad empresarial?
Mira que te diga. Mis conferencias son diferentes. Es lo que te dicen todos pero, en mi caso, es verdad. Aquí cuento desde mi experiencia cómo entender mejor la realidad empresarial. Y todo ello con un discurso directo e irreverente. Algunas de mis conferencias son: ‘Incompetencia comercial’; ‘Con mirada de empresa’ o ‘Mi hija vende mejor que tú’.
Además, acompaño a directivos, directores comerciales, jefes de ventas, CEOs de pequeñas y medianas empresas y políticos a desarrollar su estrategia diaria para mejorar su marca personal y sus resultados en liderazgo y comunicación. Mi objetivo es sugerir soluciones a problemas y mejorar la visión estratégica y la creación de valor.