El fútbol y la política poco o nada tienen que ver, aunque tienen algunas similitudes cuanto menos curiosas. Una de ellas es el escaso interés de sus cargos directivos por la dimisión como fórmula para reconocer sus errores, disculparse ante los suyos y tomar medidas para evitar que el desastre sea aún mayor.
Por mucho que esta temporada no le vayan nada bien las cosas, el anuncio de Xavi Hernández de que no va a continuar en el FC Barcelona la próxima temporada ha pillado por sorpresa a todos los periodistas, opinadores y susurradores de este deporte que tanta atención mediática acapara por cuestiones deportivas y extradeportivas. Bueno, para las polémicas del VAR deberían crear una temática propia, pero eso es harina de otro costal.
Al escuchar las palabras del técnico culé no pude evitar hacerme esta pregunta: ¿Y si Pedro Sánchez también dimitiera antes de las elecciones previstas para este año? Eso sí, tendría que darse prisa, que las gallegas están a la vuelta de la esquina, aunque aún está a tiempo. Y para muchos sería la primera decisión que toma y con la que estamos de acuerdo.
Decisión difícil pero inteligente
En el caso de la dimisión a fecha 30 de junio de Xavi, considero que el exjugador toma una decisión difícil pero inteligente, fruto de un carácter templado y, sobre todo, muy centrado en el objetivo de buscar lo mejor para el club que le ha dado todo en el mundo del fútbol. Porque, cuando las cosas van mal, rematadamente mal, como está ahora el club catalán, lo mejor es reconocerlo y plantear un cambio de cromos que incluya a tu persona, no solo a tus empleados.
De vuelta a la hipótesis de la dimisión de Pedro Sánchez, he seleccionado algunas frases que utilizó Xavi para explicar su renuncia y que, con suerte, puedan despertar el interés del socialista por tomar la misma decisión.
Por ejemplo, dijo Xavi que “como culé, pensando en el club y los jugadores creo que se liberarán y estarán más tranquilos”. También comentó que “necesitamos un cambio de rumbo por el bien del club. Es momento de cambiar la dinámica”. Y sentenció con una frase que es toda una declaración de amor al FC Barcelona: “No quiero ser una rémora para el club, quiero ser siempre una solución, nunca quiero ser un problema”.
No ser una rémora para España
Conceptos como no ser un problema, cambiar de rumbo o no ser una rémora bien podrían ser utilizados por Pedro Sánchez para explicar su dimisión pero, claro, para que ocurriera esto quizás deberíamos hablar de un político con más palabra y menos ego.
Por cierto, en esta conjetura sobre la dimisión de Pedro Sánchez, me queda la duda de si volvería a intentar presentarse como candidato del PSOE. El actual presidente del Gobierno ha dejado muy claro desde hace años su único objetivo: poder, poder y más poder. Y viendo que la ciudadanía ya está más que harta de sus mentiras y sacudidas a la democracia, no sé si una persona tan altiva y soberbia se arriesgaría a una derrota tan dolorosa.