Llevo unos días en los que, al trabajar con varios equipos de comerciales y sus jefes de venta, hablamos mucho de equipo, liderazgo y gestión de conflictos. Y en esas formaciones, me he dado cuenta de que se me llena la boca al hablar de mi equipo, mi gente, esos que llevan mucho o poco tiempo conmigo pero que están dando lo mejor de si mismos para que el proyecto de Agustín Nuño sea todo un éxito.

equipo

¿Qué quiere un equipo? Igual sea esta la pregunta más adecuada antes de seguir con este post. ¿Qué quiere tu equipo? El tuyo no sé, pero al mío se lo he preguntado: autonomía, responsabilidad y reconocimiento, económico y personal. ¿Se lo has preguntado al tuyo? Me juego contigo lo que quieras a que lo que espera se parece mucho a lo que quiere mi equipo.

“Agustín, y tú ¿qué buscas al hacer un proceso de selección?“. Mi pequeño truco, el que a mi me funciona, me lo enseñó hace mucho tiempo un jefe de equipo argentino que me dijo: “cuando eres bueno como comercial y te toque hacer una entrevista para encontrar comerciales, busca verte reflejado en el que tienes delante, busca otro Agustín”. Y eso hago. Y eso te recomiendo. Busca que el que tienes delante tenga tus valores, tus ilusiones, tus pasiones, tus deseos de hacer las cosas bien, tus ganas de triunfar, tus aspiraciones y todo eso que hace que te “ponga cachondo” tu trabajo. Así aciertas seguro.

Por cierto: tranquilo, no es algo que se encuentra de la noche a la mañana. Sobre todo cuando es para ti. Contigo siempre eres mucho más exigente. Yo he tardado en encontrar a mi querido HORACIO más de seis meses. Al final se encuentran. Te lo digo yo.

Y cuando ya tienes lo que buscabas, ahora se trata de cuidarlo. ¿Cómo? Dales, en la medida de tus posibilidades, todo lo que quieren. Dales libertad y autonomía para hacer su trabajo. Intenta no imponer nada. ¿Qué buscas de ellos? ¿Resultados? ¡Déjaselos claro! Cómo lo hagan dentro de las normas básicas es cosa suya. Si has seleccionado a tu equipo buscando otros Agustines te agradecerán que les trates como a ti te gusta o te gustaba que te tratasen cuando estabas en su posición. ¿Te acuerdas?

Un pequeño secreto, tu equipo son como tus clientes. Clientes internos, pero clientes. Y trabajar con tu equipo supone una negociación constante en la que es importante que recordemos que NEGOCIAR es un acto en el que participan al menos dos partes y que AMBAS TIENEN QUE SALIR GANANDO: GANAR – GANAR.

Y en una negociación, para llegar a un acuerdo y que no haya conflictos, lo importante es conocer al otro, ponerte en su sitio, entenderlo y que te entiendas, saber qué esperan y que sepan lo que esperas. Eso que llaman empatía. ¿Conoces a tu equipo?

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Desde aquí gracias a Laura, Bea, Gador, Antonio y Horacio por ser reflejo de mi en cada una de las posiciones que ocupáis dentro de la empresa.

Gracias por ser una proyección de mi.
Gracias por hacer sencillas mis ausencias.
Gracias por hacerme sentir seguro con vosotros aunque no esté.
Gracias porque, día a día, me hacéis mejor persona y mejor profesional.
Gracias porque juntos vamos a lograr todo eso que nos estamos proponiendo.

Desde más de diez mil metros de altitud en un trayecto de Bilbao a Alicante, brindo por vosotros.

¡Viva la madre que os parió!

 

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