Agustín Nuño

Consultor Comercial, Formador en Ventas, Mentor comercial y experto en hacer que las empresas y personas aumenten la productividad con un proceso probado que me permite garantizar resultados.

diciembre 2015

Aunque sea el día de los inocentes este post va muy en serio. Como empresa que te dedicas a la venta B2B, ¿qué es ofreces realmente a tus clientes? Puede ser que te dediques a vender productos o servicios, da igual. Lo importante de la respuesta que des tiene que estar centrada en el beneficio que proporcionas a tus clientes. Tu ventaja competitiva. Debes tener claro que es necesario identificar los beneficios y los aspectos diferenciadores de tu producto o servicio que ayudan a tus clientes potenciales a elegirte a ti en lugar de a tu competencia. Recuerda que el precio no lo es todo, es más, si piensas así, pronto te darás cuenta de que te convertirás en un proveedor reemplazable.

Pues supongo que sí, que vender es un ARTE, que la venta requiere de unas dotes de artista que no todo el mundo tiene… ¿que no todo el mundo tiene o que les da miedo explotar? “¿Y si soy bueno en el mundo de las ventas? ¿Y si se me da bien el mundo comercial? ¿Yo, comercial? Pero si siempre he renegado de ese mundo!!!” Discúlpeme usted, pero sí. Usted tiene dotes de vendedor. Le guste o no, usted tiene un lado de artista que tiene que explotar y que no sabe o no quiere saber que lo tiene.

Hace unos días leía un artículo sobre liderazgo de un conocido que hablaba sobre algunas características que deben tener los líderes y sobre la importancia de quitarte de encima a aquellas personas que te “queman” y te asfixian en tu día a día. Buen artículo, sin duda, pero… ¿qué pasa cuando es el líder el que, sin saberlo, genera un problema con las personas que tiene por debajo? Como decía alguien, “no hay cosa peor que un tonto motivado”, y ese tipo de líderes muchas veces son eso: TONTOS MOTIVADOS. Y sí, también hay que huir de ellos.

Un consejero delegado de una empresa empaquetadora de productos de gran consumo se reunía recientemente en Europa con sus presidentes de divisiones con el fin de lanzar una nueva estrategia global. La respuesta inicial fue de entusiasmo, pero un ejecutivo realizaba preguntas continuamente. Cuando esto ocurría, varios miembros del equipo realizaban comentarios del estilo: “Buena pregunta”, “Ese tema es importante”, etc.

Cuando somos niños sabemos soñar, imaginar, creer que un día seremos astronautas y viajaremos al espacio. Nos enseñan miles de valores y conocimientos en los que forjamos a nuestro yo del futuro, pero no nos enseñan a confiar en nosotros mismos y en ese astronauta a la conquista de las estrellas. Por regla general nos aleccionan en el sacrificio de una vida laboral y adulta que algún día, que entonces nos parecía lejano, tendremos.