Llevo más de 10 años seleccionando, formando y motivando a equipos de comerciales de muchos y diferentes sectores que han tenido a bien contratarme para intentar sacar lo mejor de sus trabajadores en el área comercial.

Y durante esos más de diez años he podido trabajar, entrenar, observar y, sobre todo, aprender de más 300 profesionales de las ventas de toda España.

Y todo este tiempo me ha permitido ver lo bueno, lo malo, lo mejor y lo peor de los vendedores que trabajan día a día por intentar sacar a flote un proyecto, una empresa o simplemente un puesto de trabajo. Son muchas horas de formación, training, acompañamientos y, por consiguiente, muchas anotaciones, apuntes, ideas y pensamientos para aplicar.

Es muy difícil esto de simplificar conceptos o hacer listas con lo que suma o resta a un comercial. Pero si se estruja uno el cerebro y, lee, aprende y recapacita, se puede observar cómo se repiten ciertas actitudes que los buenos comerciales realizan y los malos comerciales no ponen en práctica.

Es bueno que cuando te sientes con tus comerciales compartas estas ideas con ellos. Evalúa que hacen y qué no hacen, no por criticar su trabajo sino para que puedan entender que hay gente que con poco que hacen consiguen mucho.

Y como diría aquel… Estas 10 cosas se resumen en algo muy sencillo: Disciplina, trabajo y actitud. El único obstáculo para que un comercial no consiga sus objetivos, es el propio comercial.

  1. Planifica tu semana y trabaja tu plan de acción concreto.
  1. No permitas que el correo electrónico y otras actividades diarias consuman tu tiempo o tu concentración mental.
  1. Tenga un plan de prospección de clientes preparado sin falta.
  1. Debes conocer la importancia de no permitir que los clientes te hagan “perder” tiempo. “Gasta” tu tiempo con clientes potenciales que realmente te pueden comprar.
  1. Aprende constantemente, mediante la autoevaluación, y busca maneras de mejorar tu trabajo. Muchas veces ver a los demás ayuda.
  2. Conocer en profundidad el activo más importante que tienes: tu propio tiempo.
  1. Trata a las personas en tu empresa con el mismo nivel de respeto, la comunicación y el apoyo que ofreces a tus mejores clientes.
  1. Llévate a un nivel de exigencia mucho más alto de lo que otros esperan de ti.
  1. Centrarte en unos objetivos claros te permite permanecer disciplinado.
  1. Tener una actitud positiva de ti mismo y de tu entorno, sin culpar a los demás por las cosas, pero aceptando toda la responsabilidad que corresponda.

¡Muchas ventas! #YoVendo

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